“El Papa Francisco, además de rezar cada día por el fin de la pandemia, invita con este video a que las personas se movilicen particularmente esta semana con la oración, la compasión, y la ternura” ha declarado el padre Frédéric Fornos S.J., Director Internacional de la Red Mundial de Oración del Papa (incluye el MEJ - Movimiento Eucarístico Juvenil).
El Papa vive la pandemia con fe y oración
El pasado miércoles 11 de marzo, el Papa agradeció a todos los que rezan en estos momentos difíciles, sin importar su tradición religiosa, haciendo un especial énfasis en los enfermos y en los que más sufren, pidió elevar todos juntos la oración “Bajo tu amparo” a la Virgen María, implorando su protección:
“Bajo tu amparo nos acogemos, santa Madre de Dios; no desprecies nuestras súplicas en las necesidades, antes bien, líbranos de todo peligro, oh Virgen gloriosa y bendita”
Son momentos críticos para los habitantes de todos los países del planeta, pero el Papa Francisco los vive con fe y oración. Sus acciones lo demuestran: El pasado tercer domingo de Cuaresma, rezó ante el ícono de la Salus Populi Romani para enfatizar su cercanía a los que sufren e implorar la protección especial de la Santísima Virgen María. Después, en una peregrinación hacia donde se halla el crucifijo que en 1522 fue llevado en procesión para acabar con la peste en Roma, pidió por el fin de la pandemia.
El Papa concede la indulgencia plenaria en la oración del 27 de marzo
El Papa invita a rezar y anuncia su bendición Urbi et Orbi
Este miércoles 25 de marzo - día en el que recordamos el anuncio a la Virgen María del nacimiento del Señor – el Papa también invita a “todos los Jefes de las Iglesias y a los líderes de todas las comunidades cristianas, junto con todos los cristianos de las distintas confesiones, a invocar al Altísimo y Dios Omnipotente” y “a rezar el Padre Nuestro al mediodía”. El viernes 27 de marzo, en cambio, el Pontífice ha anunciado que será un tiempo de oración y adoración del Santísimo Sacramento, al final del cual dará “la bendición Urbi et Orbi” con la “posibilidad de recibir la indulgencia plenaria”.