Recemos por todos ellos, para que los cristianos y otras minorías religiosas de los países asiáticos puedan practicar su fe con plena libertad.
En el mundo cultural vastamente diversificado de Asia, la Iglesia enfrenta muchos riesgos y su tarea se hace más difícil por el hecho de que es una minoría.
Estos riesgos, estos desafíos, se comparten con otras tradiciones religiosas minoritarias, con quienes compartimos un deseo de sabiduría, verdad y santidad.
Cuando pensamos en aquellos que son perseguidos por su religión, vamos más allá de las diferencias de rito o confesión: nos colocamos del lado de los hombres y mujeres que luchan para evitar renunciar a su identidad religiosa.
Recemos por todos ellos, para que los cristianos y otras minorías religiosas de los países asiáticos puedan practicar su fe con plena libertad. El Papa Francisco - Enero de 2018