Que los economistas puedan tener el coraje de rechazar cualquier economía de exclusión y saber cómo abrir nuevos caminos.
La economía no puede intentar solo aumentar las ganancias reduciendo la fuerza de trabajo y por lo tanto aumentando las filas de los excluidos.
Debe seguir el camino marcado por líderes empresariales, políticos, pensadores y líderes de la sociedad que colocan a la persona humana en el primer lugar, y hacen todo lo posible para garantizar que haya oportunidades de trabajo digno.
Levantemos nuestras voces juntas, pidiendo a los economistas que tengan el coraje de rechazar una economía de exclusión y sepa cómo abrir nuevos caminos.
El Papa Francisco - abril de 2018