Recemos para que las comunidades cristianas, en especial aquellas que son perseguidas, sientan la cercanía de Cristo y tengan sus derechos reconocidos.
Quizás nos cueste creerlo, pero hoy hay más mártires que en los primeros siglos.
Son perseguidos porque a esta sociedad, le dicen la verdad y anuncian a Jesucristo.
Esto sucede especialmente allí donde la libertad religiosa todavía no está garantizada.
Pero también en países que en la teoría y en los papeles tutelan la libertad y los derechos humanos.
Recemos para que las comunidades cristianas, en especial aquellas que son perseguidas, sientan la cercanía de Cristo y tengan sus derechos reconocidos.
Papa Francisco – Marzo 2019