Recemos por la acogida generosa de las víctimas de la trata de personas y de la prostitución forzada y de la violencia.
Aunque tratemos de ignorarlo, la esclavitud no es algo de otros tiempos.
Ante esta trágica realidad, no podemos lavarnos las manos si no queremos ser, de alguna manera, cómplices de estos crímenes contra la humanidad.
No podemos ignorar que hoy hay esclavitud en el mundo, tanto o más quizás que antes.
Recemos por la acogida generosa de las víctimas de la trata de personas y de la prostitución forzada y de la violencia.
Papa Francisco – Febrero 2019