La familia tiene que ser protegida.
Son muchos los peligros a los que está enfrentada: el ritmo de vida, el estrés…
A veces los padres se olvidan de jugar con sus hijos.
La Iglesia tiene que animar y estar al lado de las familias ayudándolas a descubrir caminos que les permitan superar todas estas dificultades.
Recemos para que las familias en el mundo de hoy sean acompañadas con amor, respeto y consejo. Y de modo especial, sean protegidas por los Estados.
En este contexto, el padre Frédéric Fornos, sacerdote jesuita, Director Internacional de la Red Mundial de Oración del Papa, explica el sentido de la intención de oración del Santo Padre.
“La familia tiene que ser protegida. Son muchos los peligros a los que está enfrentada: el ritmo de vida, el estrés... A veces los padres se olvidan de jugar con sus hijos. La Iglesia tiene que animar y estar al lado de las familias ayudándolas a descubrir caminos que les permitan superar todas estas dificultades. Recemos para que las familias en el mundo de hoy sean acompañadas con amor, respeto y consejo. Y de modo especial, sean protegidas por los Estados.”
“En este tiempo que vivimos, por tanto, las familias necesitan ser apoyadas, fortalecidas, "acompañadas con amor, respeto y consejo".
Rezar por esta intención de oración es ponernos en camino, al servicio de nuestras familias, apoyando las asociaciones que las ayudan a enfrentar sus diversos desafíos, pues la verdadera oración se encarna en nuestras vidas", concluye el padre Fornos alentándonos a que en el mes de julio, "dediquemos cada día tiempo gratuito a nuestras familias; cada persona sabe concretamente lo que esto significa”.
El Papa Francisco.