San Antonio de Padua que en Padua naciste, en Portugal te criaste, estando predicando, un día oistes una voz que decía, a tu padre van a ahorcar; el púlpito te dejaste, al hijo de Dios vistes, tres cosas le pediste:
1º. Lo perdido que sea hallado,
2º. Lo lejos que sea acercado,
3º. Lo visto crucificado,
Antonio, Antonio, por tu padre, por tu madre, por tu hermana la viuda, por el habito que vestiste, por el cordón que ceñiste, por la palma espiritual, sálvanos San Antonio de este día fatal.