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Oración a la Vírgen de la Encarnación

Muchas veces dudamos acerca de los poderes de Dios, como de toda su majestad. Pensar que cualquier desafío sobrepasa a Cristo es ya de por sí una mala obra de las personas como criaturas y dejar de adorar a su preciosísima madre aún más.

Es casi imposible encontrar una persona en el mundo que no quiera a su madre y más aún Dios que tuvo el privilegio de escogerla, en lugar de esperar la que le correspondiera.

En este momento tan sagrado, Cristo Jesús hecho hombre se implanta en el interior de su santa madre, para así lograr la encarnación, por obra del Santo Espíritu.

María no dudo en decir sí al Señor, cuando este le pidió que fuera la mujer que lo llevara en su vientre y criara. Por todos estos atributos, el Señor no duda en escuchar a su madre cuando esta le habla, más que a cualquier otro ser. Claro ejemplo de lo anteriormente dicho, fue lo que sucedió en Caná de Galilea, cuando Cristo no quería hacer el milagro, pero su madre lo convenció.

De la misma forma que María Santísima logró que Jesús hiciera su obra aquel día, hoy ella es la que interceda, por esas situaciones que el Señor nos colocó y no podemos resolver y en ocasiones no responde nuestras súplicas adecuadamente, para ello tenemos a nuestra madre.

Otro gran aspecto en el que María nos puede ayudar completamente, es en obrar e interceder por aquellas mujeres que no pueden quedar embarazadas, sin importar cuanto lo intenten. La virgen pondrá ese niño en su vientre, ya que ella misma sabe lo hermosos y maravilloso que es ser mamá y ese privilegio no se lo negara a nadie.

Maria Santísima en tu encarnación, donde albergaste al ser más sagrado, tu hijo Jesús. Ruega por nosotros.

Oración para casos muy díficiles

Oración:

Oh Virgen de la Encarnación,
mil veces te saludamos,
mil parabienes te damos
por el gusto que tuviste
cuando Dios en ti encarnó,
pues eres tan poderosa
oh Virgen y Madre de Dios,
concédeme lo que te pido
por amor de Dios, por amor de Dios.

Se realiza la meditación pidiendo la primera gracia.
*Se reza la segunda salve
Se repite la Oración: “oh Virgen de la encarnación…”

Se realiza la meditación pidiendo la segunda gracia.
*Se reza la tercera salve
Se repite la Oración: “oh Virgen de la encarnación…”

Se realiza la meditación pidiendo la tercera gracia.

Se finaliza con la siguiente oración:

Acordaos oh piadosísima María
que jamás se ha oído decir
que persona que a vos se acogiere y pidiese socorro,
hubiese salido desamparada,
animada con tal confianza a vos acudo,
oh Virgen de la encarnación.
Oh madre de mi señor Jesucristo,
a vos vengo, a vos me presento con temor de mis pecados,
no queráis menospreciar mis oraciones
y mis palabras oh Madre mía,
por el Misterio de tu Santísima Encarnación
oídlas y cumplidlas con misericordia,
por amor de Dios, Amén.

Bendito y alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar en el cielo, en la tierra y en todo lugar.

Luego, rezamos un ave maría por la persona que inspira la caminata.