Leoncio de Bizancio (+ ca. 543) fue uno de los teólogos más eminentes y escribió excelentes obras contra el nestorianismo y monofisitismo. Destacan también escritores ascetas: San Juan Clímaco (+ ca. 600), con su célebre Climax, o escala espiritual, que le
dio el nombre; Juan Mosco (+ 619), con su Prado espiritual. Ambas obras fueron muy leídas.
Escritores latinos
San Gregorio Magno (+ 604) brilla con especiales fulgores en medio de la decadencia general. No obstante, su intensa actividad nos dejó: Epistolario, de extraordinaria importancia; Sermones, que nos lo presentan como buen orador, otras Pastorales y Morales, que le han dado gran renombre. Es célebre también por el Sacramentario y Canto gregoriano.
San Fulgencio de Ruspe (+ 533) se distinguió por sus escritos antiarrianos. Boecio (+ 525) es uno de los mejores filósofos y escritores de su tiempo. Es célebre, entre otras, su obra Del consuelo de la filosofía. Es mediador entre la doctrina aristotélica y la escolástica
medieval. Casiodoro (+570) fue hombre de grande erudición y es conocido, sobre todo, por su Historia eclesiástica tripartita. Dionisio el Exiguo (+ 540) fue gran copiador y erudito. San Cesáreo de Arlés (+ 543) fue gran debelador de los semipelagianos y es conocido por sus sermones y diversos escritos polémicos. San Gregario de Tours (+ 593 ó 594), literariamente se distingue como historiador de los francos. Venancio Fortunato (+ 600) fue uno de los mejores poetas y el autor del Pange Iingua y otros himnos.
Literatura visigoda
En medio de la postración general del Occidente sobresale la literatura visigoda. San Pancracio de Barcelona (+ 391) se distingue ya en el siglo IV por algunos tratados dogmáticos y su doctrina sobre la penitencia. Gregorio de Elvira (+ ca. 392). Defensor acérrimo de la fe, aunque a veces con apasionamiento, escribió gran abundancia de obras de carácter dogmático y exegético, como De fide ortodoxa contraarrianos y otros. Juvenco fue el primer poeta cristiano que compuso un poema sobre Cristo sacado de los Evangelios. Prudencio (+ 405) es el poeta cristiano más insigne de la antigüedad. Son célebres su Catemerinón, donde ha sacado algunos himnos la liturgia, y, sobre todo, el Peristephanon o libro de las coronas, que contiene himnos preciosos a los mártires. Pablo Osorio es principalmente conocido por su Historia. Idácio, su contemporáneo (+ 470) escribió su Cronicón. Draconcio es celebrado poeta de fines del siglo V. Es célebre también el Itinerario de Eteria. San Martín de Braga (+ 580) literariamente se distingue por sus opúsculos ascéticos y otros de carácter canónico.
Compendio de Historia de la Iglesia Católica
Bernardino Llorca, S.J.