No puedo decir muy alto eso de que no es Dios, porque me fulminan de la comunión católica de la fe, pero lo omito; soy ambivalente en mis expresiones; adorno el entorno con los esquemas del galopante determinismo histórico, del que tanto se hace, tanto en religión como en política y… a vivir, que son dos días. De paso me “cargo” eso de que la Iglesia es de origen divino y todos contentos. ¿Quiere el lector más relativismo? Sí, porque si todo esto se encadena, o sea se hace un collar con estos errores, no hay más verdad que la que a mí me parece. Luigi Pirandello, siciliano, Premio Nobel de Literatura en 1934, lo anticipaba en su pícara comedia: Cosi è (se vi pare). Así es, si así os parece (1917).
Que es lo que ocurre ahora. Yo me fijo en lo religioso (todo hay que ponerlo en tela de juicio: la Eucaristía, la Iglesia, el Obispo, el Magisterio, los sacramentos, todos, en especial el matrimonio). Pero se puede trasvasar a otros ámbitos de convivencia más universal, aunque no católica como: (la Economía, la Política, la sociología, la psiquiatría, la medicina…). Por ejemplo si la mayoría dice que sí al aborto, pues “marchando” que la adolescente, ella solita, decida sobre el futuro de su hijo no nacido. De ahí, a razonar así con nosotros, los viejos, sólo falta un poco de internet bien montado, y a eliminarnos para aliviar presupuestos. Cuatro telediarios.