La palabra "anciano" proviene del francés "ancien" y del latín "ante", que indica lo que viene antes, aunque hoy en día se ignora la sabiduría y experiencia de los mayores. A menudo, los ancianos son marginados, como recuerda el Papa en la Jornada Mundial contra el Abuso y Maltrato en la Vejez, destacando que el abandono hacia ellos es una forma de eutanasia encubierta, resultado de una cultura del descarte.
El Papa Francisco denuncia que esta eutanasia encubierta priva a los ancianos de cuidados y medicamentos necesarios, mencionando en 2023 que en varios países los ancianos reciben solo una parte de las medicinas que necesitan. Este trato es una forma contemporánea de descarte, como señaló en 2014 durante una visita a la Comunidad de Sant’Egidio y en su discurso a la Pontificia Comisión para América Latina, donde compartió una experiencia personal en un hogar de ancianos en Buenos Aires con condiciones deplorables, simbolizando la falta de respeto hacia ellos.
Esta cultura del descarte, según Francisco, acorta la vida de los ancianos y les niega la esperanza que proviene de sus raíces y experiencias. En su mensaje para la IV Jornada Mundial de los Abuelos y de las Personas Mayores, subraya que la soledad y la exclusión de los ancianos son resultados de una exclusión programada o decisiones influenciadas por esta cultura, indicando que la sociedad está perdiendo el "sabor de la fraternidad".
El Papa resalta que la cultura del descarte no permite a los ancianos vivir plenamente y que hay un "vacío de pensamiento, de imaginación, de creatividad" en muchos tejidos sociales. Durante la audiencia general del 23 de febrero de 2022, afirmó que los ancianos no son material de descarte sino una bendición para la sociedad. Insiste en que los mayores merecen signos de esperanza y que sus experiencias y sabiduría deben ser valoradas, un compromiso tanto para la comunidad cristiana como para la sociedad civil, trabajando juntos por la alianza entre generaciones.
El Día Mundial de Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez, establecido en 2006 y celebrado el 15 de junio, se enfoca este año en las personas mayores en situaciones de emergencia. La ONU subraya que desastres naturales, pandemias o conflictos afectan desproporcionadamente a los mayores, exacerbando su vulnerabilidad. Es crucial considerar sus necesidades en la planificación y respuesta ante emergencias debido a problemas de movilidad, enfermedades crónicas o aislamiento social, que dificultan su acceso a la ayuda. Las emergencias aumentan el riesgo de malos tratos, por lo que es necesario desarrollar políticas integradoras para proteger a las personas mayores, especialmente en crisis.