Esta es la preciosa carta que un bombero italiano escribió a la pequeña Giulia, una niña de 10 años que no pudo rescatar con vida de los escombros de Pescara del Tronco, uno de los pueblos italianos que quedaron destruidos por el terremoto. El escrito dice lo siguiente:
«Hola pequeña, he dado un mano para sacarte de de esa prisión de escombros. Disculpa si llegamos demasiado tarde, lamentablemente ya habías dejado de respirar. De todos modos, quiero que allá en el cielo te enteres de que hemos hecho todo lo posible por sacarte de ahí. Cuando vuelva a mi casa en la provincia de L’Aquila sabré que tengo un Ángel de la Guarda en el cielo y de noche serás una estrella luminosa. Adiós, Giulia. Aunque no te haya conocido te quiero mucho».
Giulia murió pero Giorgia, su hermana menor (de 4 años), fue rescatada con vida. La posición del cuerpo de la pequeña Giulia hace pensar que la niña protegió a su hermanita hasta el final. No hay duda de que el bombero tenía razón, una pequeña santa ilumina el cielo e intercede desde ahora en adelante por nosotros.
¡Hasta pronto, Giulia!