Los haitianos han sufrido estos días las consecuencias del huracán Matthew que ha provocado 900 muertos, y muchos heridos y daños materiales. Las autoridades creen que la cifra seguirá aumentando.
“He conocido con dolor las graves consecuencias causadas por el huracán que los días pasados ha golpeado el Caribe, en particular Haití, dejando numerosas víctimas y desplazados, así como ingentes daños materiales”. “Aseguro mi cercanía –continuó Francisco– a la población, y expreso confianza en el sentido de solidaridad de la Comunidad Internacional, de las instituciones católicas y de las personas de buena voluntad. Les invito a unirse a mi oración por estos hermanos y hermanas que han sido probados duramente”.
La mayoría de las muertes se han registrado en Les Cayes, Dame Marie y Jeremie, en el departamento Sur. El acceso al departamento de Grand Anse, en el suroeste, también severamente afectado, está limitado al transporte aéreo.
Según datos oficiales, solo en los departamentos Sur y Grand Anse se han registrado unas 29.000 casas fuertemente afectadas y cerca de 30.000 personas están en albergues improvisados. En el suroeste del país se han producido grandes inundaciones.
Además, Naciones Unidas estima que más de 350.000 personas van a requerir ayuda en Haití, que tras el paso de Matthew vuelve a ser vulnerable a enfermedades como el cólera, que ya ha dejado más de 9.000 muertos desde que resurgió tras el terremoto de 2010.