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El experto LGTB en la ONU, Vitit Muntarbhorn, defiende coartar la libertad religiosa

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Durante una conferencia, el experto independiente sobre la defensa del colectivo LGTB en la ONU, Vitit Muntarbhorn, explicó que “hay algunos derechos absolutos y otros que no lo son” y defendió que “la libertad de expresión y la libertad religiosa no son derechos absolutos y podrán ser limitados si es necesario”.

El pasado 30 de junio, el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas aprobó -con 23 votos a favor, 18 en contra y 6 abstenciones- el nombramiento de un experto independiente sobre la defensa del colectivo LGTB. Esta iniciativa fue propuesta por distintos países de América Latina, y contó con la oposición de países como Arabia Saudí, Argelia, Bangladesh o Rusia.

En octubre de 2016, la ONU eligió al tailandés Vitit Muntarbhorn para encarnar esta figura. El abogado progay y profesor de Derecho Internacional se encarga de promover dentro de la organización la doctrina de la ideología de género durante un periodo de tres años.

Durante una consulta pública sobre protección contra la violencia y discriminación basada en la orientación sexual e identidad de género, Muntarbhorn habló sobre los los objetivos de desarrollo sostenible y los  puntos de partida que tiene que desarrollar la ONU para  promover los derechos LGTB.

El profesor de derecho y activista homosexual describió durante su ponencia la sanidad, la educación y la religión como “puntos de partida blandos” al mismo tiempo que defendió que la orientación sexual y la ideología de género no son “categorías cerradas”.

Durante la ponencia, el tailandés aseguró que la ONU tiene gran capacidad de influir debido a sus recursos. Describió la educación como un punto de partida para “formar a los niños en actitudes correctas desde una edad temprana”.

Asimismo trató el tema de la confrontación entre la religión y los derechos LGTB. Muntarbhorn explicó que “hay algunos derechos absolutos y otros que no lo son” y defendió que “la libertad de expresión y la libertad religiosa no son derechos absolutos y podrán ser limitados si es necesario”.

Promover la agenda LGTB

La tarea de este activista se centra, según la resolución aprobada el pasado junio, en “concienciar a la población acerca de la violencia y la discriminación contra las personas por motivos de orientación sexual o identidad de género y determinar las causas fundamentales”.

Asimismo, debe “entablar un diálogo con los Estados y otros interesados para promover la aplicación de medidas que contribuyan a la protección de todas las personas discriminadas” y “evaluar la aplicación de los instrumentos internacionales vigentes de derechos humanos relacionados con los medios de superar la violencia y la discriminación contra las personas por motivos de orientación sexual o identidad de género”.

La labor del  tailandés Muntarbhorn también se centra en “organizar, facilitar y apoyar la prestación de servicios de asesoramiento, asistencia técnica, fomento de la capacidad y cooperación internacional en apoyo de las iniciativas nacionales de lucha contra la violencia y la discriminación”.