La curación de Lucas es el milagro obrado por dos de los tres pastorcitos de Fátima, Francisco y Jacinta, y que ha posibilitado su canonización, que tendrá lugar este sábado 13 de mayo.
«Sabemos con toda la fe de nuestro corazón que el milagro fue obrado por los pastorcillos», prosiguió Baptista, que compareció ante los medios junto a la postuladora de la causa de la canonización, Ângela Coelho.
Lucas sufrió una grave lesión cerebral al caer por una ventana en marzo de 2013, cuando tenía 5 años.
La caída, de una altura de seis metros y medio, le provocó un «traumatismo craneal grave» y «pérdida de tejido cerebral en el lóbulo izquierdo», e hizo que llegase al hospital «en coma, muy grave», explicó este jueves João Baptista, padre del niño, en declaraciones a la prensa.
En el centro médico, añadió, el menor «tuvo dos paradas cardíacas y fue operado con urgencia», con un desolador pronóstico médico que le auguraba «pocas probabilidades de vivir».
Baptista aseguró que tras algunos días el parte varió ligeramente para indicar que si Lucas sobrevivía lo haría «con grandes deficiencias cognitivas o incluso estado vegetativo».
Fue entonces cuando la familia, que se declara devota de Fátima, rezó a los pastores y pidió a una comunidad cercana de carmelitas que también lo hicieran, mostrándose, días después una recuperación total, sin ninguna secuela, de Lucas.