En 1916 vio junto a su hermana y su prima, al Ángel de Portugal que les invitó a rezar por la paz.Al año siguiente vieron a la Señora. Cuando Lucía le preguntó si ella iría al Cielo la Virgen respondió que “sí”. Lo mismo dijo de Jacinta. Y al preguntarle por Francisco dijo “también irá al Cielo, pero antes tiene que rezar muchos Rosarios”. Tras concluir esas visiones el 13 de octubre, este pastorcillo rezó más y cuando la gente le preguntaba por su futuro oficio, respondía que no quería ser nada.
Es más, cuando le preguntaban con ironía si no quería ser cura alegó que “sólo quería ir con el Señor y la Señora como Ésta le había prometido. Tras muchos sufrimientos tanto en el hogar como en el pueblo -incluso con eclesiásticos- murió en el hospital de Lisboael año 1919, ofreciendo su vida al Señor. Jacinta Marto, por su parte, nació un año después también en el mismo pueblo de Ajustrel y en dicha casa.
De pequeña sintió mucho dolor por los sufrimientos de Cristo en la Cruz. Siempre tenía un gran espíritu de sacrificio por la conversión de los pecadores para que no ofendiesen más al Señor. Cuando ve a la Señora y le anuncia por su prima Lucía que ella y su hermano irían prnto al Cielo, empezó a hacer más penitencia por los pecadores.Durante su enfermedad la Virgen le visitó y le confortó varias veces. Muere en 1920. En el Jubileo 2000 San Juan Pablo II les beatifica y el Papa Francisco les canonizará en 2017.