En su homilía este 12 de junio, publicada en el sitio web de la Custodia Franciscana, el prelado resaltó que el "pan de San Antonio" no se pide al santo, sino que se da con gratitud. Este pan simboliza la gracia divina recibida por la intercesión de San Antonio, quien dedicó su vida a los pobres. Con gratitud hacia Dios y los beneficios recibidos, se ofrece este pan como alimento y apoyo para los más necesitados. El Custodio Franciscano subraya que este gesto significa reconocer que todo lo que somos y tenemos es un don de Dios, y debemos compartirlo.
Fray Francesco Patton recuerda que San Antonio, en su sermón sobre las Bodas de Caná, incluye la limosna como obra penitencial que purifica la conciencia. El Custodio Franciscano insta a compartir generosamente nuestros bienes, siguiendo el ejemplo de Jesús. Esta tradición cristiana, comparable al gesto eucarístico de Jesús, se originó en el milagro de Tomasito, un niño resucitado tras caer en un pozo, cuya madre prometió dar a los pobres su peso en pan.
Este milagro inspiró dos obras de caridad: la Obra del Pan de los Pobres, que proporciona alimentos y asistencia en Padua, y la Cáritas Antoniana Onlus, que apoya proyectos de desarrollo en muchos países.
