El arzobispo de Burgos, Mario Iceta, ha afirmado que la decisión de diez exreligiosas de abandonar la Iglesia Católica fue libre y personal, y ha aclarado que en ningún momento se las expulsó. Iceta explicó que tras confirmar que la decisión era voluntaria, las exclarisas dejaron de formar parte de la comunidad monástica de Belorado y Derio. A pesar de esto, la comunidad de Belorado sigue activa con ocho monjas restantes.
Iceta, también Comisario Pontificio, señaló que la Federación de Clarisas de Nuestra Señora de Arantzazu se encargará del cuidado de las hermanas mayores en Belorado, transfiriendo a monjas de otros monasterios para apoyarlas. Tres monasterios ya han ofrecido enviar religiosas a Belorado y podrían sumarse más.
El arzobispo informó sobre la precaria situación financiera del monasterio, con un saldo de apenas 6.000 euros, y la negativa de la exabadesa a entregar los libros de contabilidad. Ante esto, la federación planea transferir fondos de otros monasterios para cubrir los gastos en Belorado, Orduña y Derio.
Iceta insistió en que las exmonjas y otras personas deben abandonar los monasterios por no tener título legal para permanecer allí, advirtiendo que se tomarán acciones legales si no se retiran voluntariamente. Lamentó que los intentos de diálogo con las exclarisas hayan fracasado, recordando que estas no reconocen la autoridad del tribunal eclesiástico.
Finalmente, Iceta expresó la esperanza de que las exmonjas regresen a la Iglesia, asegurando que serán recibidas con amor y misericordia, pero reiteró la necesidad de cumplir con la legalidad.