La devoción a las cinco llagas del Señor tomó nuevo impulso en el siglo XI, enfocándose en el Sagrado Corazón y otras devociones. No fue hasta 1670 que el sacerdote Juan Eudes celebró la primera fiesta del Sagrado Corazón de Jesús. Casi simultáneamente, Sor Margarita María Alacoque tuvo visiones de Jesús, quien le pidió difundir su amor y bondad hacia la humanidad.
En 1674, Jesús le pidió ser honrado mediante su corazón, promoviendo la Eucaristía y la práctica de una hora santa. En 1675, durante una visión conocida como la "gran aparición", Jesús solicitó que la fiesta del Sagrado Corazón se celebrara el viernes siguiente al Corpus Christi en reparación por la ingratitud hacia su sacrificio en la Cruz.
Esta devoción se popularizó tras la muerte de Santa Margarita María en 1690, y la fiesta fue oficial en Francia en 1765. En 1873, el Papa Pío IX aprobó formalmente la devoción, y en 1899, el Papa León XIII recomendó su observancia a todos los obispos del mundo.
