cuya sentencia afectará no sólo a Texas sino a otros 21 estados de la unión que cuentan con leyes similares Linda Schlueter, presidenta del Trinity Legal Center ha asegurado que las disposiciones legales aprobadas «son las medidas de seguridad de sentido común que cualquier persona que afronta una cirugía ambulatoria tiene actualmente y que debería esperar». Es el primer caso en los últimos diez años, el Supremo ha defendido anteriormente el derecho de los estados a aplicar medidas encaminadas a garantizar la seguridad sanitaria de las mujeres. Schlueter ha hecho referencia al caso de una clínica abortista en Philadelphia que fue calificada por un Gran Jurado como una «cámara de los horrores». Según ella, hay clínicas en Texas que tienen unas condiciones similares, lo cual justifica la ley que el estado quiere imponer y que fue recurrida por el lobby abortista. Según Schlueter «hay evidencias cienfíticas de que la práctica de abortos por vía medicamentosa o quirúrgica puede causar un peligro real físico e incluso la muerte» para las mujeres.