Leigha Bishop, es profesora de un colegio en Sugar Land, Texas, y entre sus alumnas de infantil se encuentra August Burroughs, una niña de cuatro años.
Un buen día apareció en clase con el mismo peinado que la pequeña, unas trenzas y un moño.
La idea de peinarse así surgió cuando vio a August salir del coche. Le gustó y le dijo, según se recoge en today.com, "tu pelo es muy lindo. Voy a peinarme así mañana así que no te enfades cuando llegue al colegio y mi pelo esté como el tuyo". La profesora cuenta que lo hizo para dar confianza a la pequeña y para mostrar que los niños también tienen la capacidad de inspirar.
La niña no pareció creerla hasta que al día siguiente pudo comprobarlo en cuanto la vio. Lo cumplió y apareció en clase con el mismo peinado que la pequeña, unas trenzas y un moño. . Se quedó boquiabierta, muy sorprendida. Los otros niños también se dieron cuenta y le dijeron a la profesora "tu pelo es como el de August".
La pequeña, en cuanto llegó a casa, se lo contó a su madre. Evarista Burroughs, que así se llama, contaba que August es la menor de cinco niñas y que alguien le preste atención es increíble. Ahora suele pedir a su madre que la peine "para que le guste a la señorita Bishop", apuntaba. En un colegio donde casi todas las personas son blancas, la profesora, que es negra al igual que August, explica que lo hizo para dar confianza a la pequeña y para mostrar que los niños también tienen la capacidad de inspirar a los profesores.
Leigha, con el permiso de los padres, publicó una foto de las dos en su cuenta de Twitter y al lado escribía "cuando tienes un alumna tan linda, tienes que copiarla". La imagen suma más de 2.000 retuits y más de 9.000 ‘me gusta’. Algunos usuarios escribían que la foto era genial y le daban las gracias a la profesora por su iniciativa. Otros comentaban que hacen falta más personas en el mundo como ella. En declaraciones a people.com decía que su gesto "va más allá de una imagen. Va más allá del pelo. Se trata de que quiero que se ame a sí misma primero". Sabe que la niña no entiende lo que está sucediendo ahora pero espera que con el tiempo, cuando crezca, comprenda que "la señorita Bishop se preocupó por mi", aseguraba.
Sin duda, August en unos años valorará el gesto tan adorable que tuvo su profesora aquel día, al igual que lo hacen ya los familiares de la pequeña.