
La Iglesia de Santa María la Mayor de Trujillo, en la provincia de Cáceres, es una iglesia románica del siglo XIII y tiene una historia marcada por reconstrucciones y reformas.
Posiblemente en la misma zona se encontraba la mezquita alhama de Torgiela musulmana que se utilizó hasta el siglo XIII y durante la reconquista cristiana se consagró a Nuestra Señora de la Asunción (1232). Posteriormente fue reconstruida y ampliada en los siglos XV y XVI.
En ninguna de estas reformas y construcciones se plasmó el escudo del Athletic de Bilbao, puesto que el club (aunque tiene una gran historia), aún no existía. Sería en 1972 cuando un cantero de la localidad decidiría dejar constancia de cuál era su equipo favorito.
La Torre de la Iglesia, llamada Torre de Julia sufrió los terremotos de Lisboa (Portugal) de 1521 y 1755. Su estructura no aguantaba más y el ayuntamiento decidió demoler parte en el siglo XIX.
En 1972 comenzó la reconstrucción de la torre y Antonio Serván "El Rana" finalizaría la obra con un juego de cantero: plasmar el escudo de su equipo favorito en uno de los 52 capiteles.
Antonio Serván 'El Rana' esculpe un escudo del Athletic en una fotografía de la época de la remodelación de la torre.
La insignia estaba inscrita en un bloque de 200 kilogramos de piedra barroqueña con el nombre "Atlético de Bilbao", nombre oficial del club por entonces.
La preocupación de El Rana, que según cuentan sus allegados temía ir a la cárcel, terminó por disiparse cuando meses después el mismo club le pidió que hiciese una visita a Bilbao. "Se hospedó durante varios días en el hotel Ercilla, le hicieron socio del club y realizó un saque de honor. Cuando vino me contó: 'Yo estaba allí, en el San Mamés, rodeado de miles de personas. Y luego vi a Iribar. ¡Le abracé! He conocido a Iribar. Ya me puedo morir en paz", relata Petisco a los pies de la torre.
Pocos años después, en 1982, El Rana murió en su ciudad natal con su sueño cumplido.
La historia es muy conocida por la zona, aunque como toda buena historia también tiene misterios, leyendas, bulos y algún que otro invento. Algunos dicen que el cantero lo realizó porque la obra la iba a inaugurar Franco. Otros afirman que se le dijo al cantero que diseñara de forma original los 52 capiteles y como se quedó sin ideas “tiró” de lo primero que tenía a mano: un escudo en el que había trabajado meses antes.
Sea como fuere el pequeño escudo de un equipo de fútbol en una Iglesia del siglo XIII no deja indiferente a nadie.