En Haití, un país asolado por la violencia de las bandas criminales, el sacerdote francés P. David Fontaine lleva 15 años dedicándose a los más vulnerables. Actualmente, trabaja en Cité Soleil, uno de los barrios más pobres y peligrosos de Puerto Príncipe, donde asiste a una comunidad sin sacerdotes anteriores. A pesar de la grave situación de violencia y control de las pandillas, Fontaine se enfoca en llevar la presencia de Jesús a través de los Sacramentos y la adoración eucarística.
Inspirado por San Carlos de Foucauld y Santa Teresita del Niño Jesús, Fontaine trabaja especialmente con jóvenes para mantenerlos alejados de las pandillas y, junto con comunidades religiosas, gestiona escuelas y dispensarios. También se enfrenta a problemas como la prostitución y la práctica de vudú, promoviendo una perspectiva cristiana de la vida.
El Arzobispo de Puerto Príncipe le permitió construir una capilla donde asisten hasta 1,000 niños cada semana. Fontaine destaca la resiliencia y la fe del pueblo haitiano, comparándolos con el pueblo judío bíblico por su capacidad de encontrar sabiduría y regresar a Dios a través del sufrimiento.
