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Hay que poner a la familia en el centro de las políticas sociales

No se entiende el abandono en ayudas públicas que ha sufrido la institución familiar en España durante estos últimos años. De ahí que el Instituto de Política Familiar pida un decidido cambio de mentalidad en el libro La familia, desafío para una nueva política (Eduardo Hertfelder, Mariano Martínez-Aedo y Lola Velarde - Instituto de Política Familiar - Madrid).

De los indicadores que recoge el trabajo, cuatro llaman especialmente la atención: envejece la población; nacen menos niños; se casa menos gente; y hay más rupturas familiares.

España ya está inmersa en un invierno demográfico; la tasa de fecundidad es en España de 1,38 hijos por mujer. Según estimaciones del IPF, harían falta unos 250.000 nacimientos más al año de los que ahora se producen (484.055 en 2010) para alcanzar un nivel que asegure a medio o largo el mantenimiento de la población actual. Pero habría que alcanzar los 750.000 nacimientos al año para salir del invierno demográfico.

La caída de la nupcialidad –49.718 matrimonios menos desde 1990 a 2010, pese al incremento de la población en más de 8,2 millones de personas en ese período– ha coincidido con el aumento de las rupturas familiares; problema dramáticamente agravado con la entrada en vigor de la ley del divorcio exprés. Actualmente se producen en España 102.690 divorcios al año.

Sólo en el ámbito legislativo el IPF identifica cuatro grandes lagunas que, a su vez, producen carencias en otros terrenos: no existe una ley nacional de familia, no existe un plan integral de apoyo a la familia, lo que favorece la improvisación y las medidas cortoplacistas; no existe una ley de prevención y mediación familiar para todo el país, y en cambio se facilitan los divorcios precipitados; no existe una ley nacional de protección y apoyo a la maternidad, pero se dan numerosas facilidades para abortar.

España pasó a la cola de la Unión Europea en ayudas a la familia. Mientras que la Unión Europea dedica de media al concepto “familia” en torno al 2,1% del PIB, España dedica tan sólo el 1,5% del PIB.

Pero lo más grave es la transformación radical que ha llevado a cabo el gobierno socialista durante sus dos legislaturas, en las que ha aprobado leyes –como las del aborto, el matrimonio gay o el divorcio exprés– que han supuesto una clara vulneración de los derechos de la vida del no nacido y de la familia.

Para cambiar esta situación el IPF propone un conjunto de 101 medidas para apoyar a la familia. (Más información en: http://www.ipfe.org)