Su apertura pretende ser un elemento más para recuperar la normalidad, ha afirmado este viernes en Burgos el secretario general de la Fundación Las Edades del Hombre, Gonzalo Jiménez, durante la firma de un convenio con la Fundación VIII Centenario de la Catedral de Burgos.
Esta vigésimo quinta edición, con el lema «LUX», se desarrollará en cinco sedes expositivas de tres provincias, en templos de la arquitectura románica, mudéjar y gótica: la Catedral de Burgos; las iglesias de Santiago y Santa María del Camino, en Carrión de los Condes (Palencia); y el santuario de la Peregrina y la iglesia de San Tirso, en Sahagún (León).
La imagen elegida para el cartel de la exposición, tal y como informan en EFE, es una vidriera del convento salmantino de Las Úrsulas, que muestra la Coronación de la Virgen y ahonda en el protagonismo de María, al tiempo que hace referencia a la luz que caracteriza a las catedrales góticas.
Un impulso para volver a las exposiciones culturales
La obra, de autor desconocido, data de los primeros años del siglo XVI y procede de alguno de los importantes talleres burgaleses de la época, cuyo máximo exponente fue Arnao de Flandes. La vidriera, además de la imagen, ha prestado sus tonos para el grafismo de «LUX», en rojo, azul y verde.
La Fundación Las Edades del Hombre ha firmado este viernes en Burgos con la Fundación VIII Centenario de la Catedral de Burgos y la Cámara de Comercio, Industria y Servicios de la provincia sendos convenios de colaboración por los que estas dos instituciones aportarán 25.000 euros para el desarrollo de la exposición en el principal templo burgalés, en sus claustros alto y bajo.
El delegado diocesano de patrimonio de Burgos, Juan Álvarez Quevedo, y el historiador y cronista de la provincia, René Payo, serán sus comisarios.
Gonzalo Jiménez, secretario general de la Fundación Las Edades del Hombre, y Antonio Miguel Méndez Pozo, vicepresidente ejecutivo de la Fundación VIII Centenario de la Catedral de Burgos y presidente de la Cámara de Comercio, Industria y Servicios de Burgos, han rubricado los acuerdos para colaborar con el que «es posiblemente el mejor exponente cultural de España».
Si habitualmente esta muestra de arte sacro conlleva una gran repercusión en la hostelería y el comercio de las localidades que la acogen, «esto en este momento tiene una trascendencia más importante», ha añadido Méndez, quien se ha mostrado decidido «a sacar este gran proyecto adelante» a pesar de la incertidumbre.
«Queremos ser un impulso de normalidad», ha comentado por su parte Jiménez, que aspira a que esta edición suponga «un aire fresco» que invite «a salir, a vivir la cultura y a vivir nuestra identidad»