
Si buscas milagros
mira la muerte, el error, la calamidad y el demonio puestos en fuga;
he aquí que los enfermos se sanan.
El mar se calma, las cadenas se rompen;
los jóvenes y los viejos piden y encuentran la salud y las cosas perdidas.
Se alejan los peligros, desaparecen las necesidades:
Que lo digan los que han experimentado la protección del Santo de Padua.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos.
Amén.