En la ciudad de Terni en Italia, se encuentra la Basílica del primer Obispo de la ciudad, San Valentín.
La primera edificación como iglesia fue construida en el siglo IV sobre la tumba del santo de los enamorados. Antiguamente allí había una antigua necrópolis paleocristiana donde colocaron al santo después de que lo decapitaran, por, según dice la leyenda, haber celebrado el matrimonio entre la cristiana Serapia y el legionario romano Sabino, que era pagano.
Esta primera edificación fue destruida por los godos en el siglo VI, y la actual construcción se remonta al siglo XVII. Los trabajos se iniciaron en el Pontificado de Pablo V, y luego el edificio fue elevado a Basílica.
La ciudad de Terni lleva a cabo una gran fiesta para celebrar a su primer Obispo y Santo Patrono, llamada: la “Fiesta de la Promesa”, que generalmente se realiza el domingo antes al 14 de febrero.
Cientos de parejas comprometidas que se van a casar durante el año llegan de todas partes de Italia para hacer una promesa de amor delante del Santo en la Basílica. Y no sólo los jóvenes, sino también aquellos que están celebrando las Bodas de Plata y las Bodas de Oro, es decir los 25 o 50 años de matrimonio.
Son muchas las actividades que se realizan estos días: toda la ciudad se viste de corazones rojos y mucho romanticismo. Mercados tradicionales, eventos, premios… también se representan las escenas más importantes de la vida de San Valentín.
En la Basílica también hay diferentes eventos para mantener la dimensión religiosa de las celebraciones dedicada al Santo, con charlas, Misas especiales para ayudar a los matrimonios que atraviesan momentos difíciles…