El Santo Rosario es la oración mariana por excelencia. A través de los 20 misterios del Rosario: 5 gozosos, 5 gloriosos, 5 dolorosos y 5 luminosos, se medita en la vida de Jesús y en la obra de la Salvación.
San Pío X, el 257º Papa de la Iglesia católica, decía que el Rosario "es de todas las oraciones la más bella, la más rica en gracias y la que más complace a la Santísima Virgen María".
Santo Domingo de Guzmán
Se le conoce como la "Corona de Rosas" y fue confiada por Nuestra Señora a Santo Domingo de Guzmán, fundador de la Orden de Predicadores o Dominicos, en el año 1208.
La Virgen enseñó esta oración al santo español mientras se encontraba evangelizando en Francia, donde muchas personas se habían apartado de la fe debido a la herejía albigense de la Edad Media.
El suceso ocurrió mientras Santo Domingo se hallaba en un bosque cercano a Tolsa. La Virgen le preguntó: "¿Sabes, querido Domingo de qué arma se ha valido la Santísima Trinidad para reformar el mundo?"; para luego responderle y llamarlo a extender esta devoción: "la principal pieza de batalla ha sido el salterio angélico (El Rosario), que es el fundamento del Nuevo Testamento. Por ello, si quieres ganar para Dios esos corazones endurecidos predica mi salterio".
San Luis María Grignion de Montfort
En efecto así lo hizo, como también lo hicieron otros santos a lo largo de la historia. Entre ellos San Luis María Grignion de Montfort, gran devoto de la Eucaristía y de María Santísima.
El mismo, cuando fue ordenado sacerdote el 5 de junio de 1700 escogió como lema de su vida sacerdotal "Ser esclavo de María".
Es conocido por muchos por haber escrito el "Tratado de la Verdadera Devoción a la Santísima Virgen". Allí habla de Nuestra Señora y su lugar en el plan divino de la Salvación.
Pero también fue autor de la obra "El secreto admirable del Santísimo Rosario, para convertirse y para salvarse", que consta de cinco partes, para exponer el origen, nombre de la oración mariana, las oraciones que la componen, sus misterios, los prodigios que se han obrado en la historia a través del Rosario y una explicación sobre cómo se reza.
Allí, Grignion de Montfort habla de los siete beneficios que trae rezar con frecuencia la "Corona de Rosas".
Beneficios del Santo Rosario
1. Insensiblemente nos eleva al conocimiento perfecto de Jesucristo.
2. Purifica nuestras almas del pecado.
3. Nos hace victoriosos sobre todos nuestros enemigos.
4. Facilita la práctica de las virtudes.
5. Nos llena de amor por Jesús.
6. Nos enriquece con gracias y méritos.
7. Nos proporciona los medios para pagar todas nuestras deudas a Dios y a los hombres, y finalmente obtenemos todo tipo de gracias.