una iniciativa de la hermana franciscana Nora y sus compañeras religiosas de Filadelfia (EE.UU.), para obligar a los despachos de las grandes corporaciones de Wall Street a escuchar sus suaves pero implacables reproches sobre la gestión empresarial y económica que llevan a cabo.
La iniciativa consiste en adquirir participaciones de empresas para intervenir en sus juntas de accionistas. De esta manera, por un coste relativamente bajo, se tiene la posibilidad de hablar cara a cara con aquellos que toman las decisiones contra las que se quiere protestar.
La iniciativa nació en Estados Unidos a mediados de los años ochenta y ha adquirido notoriedad en España por medio de SETEM, una organización que ha alzado la voz en juntas de accionistas de bancos y grandes empresas españolas.
Cuando la hermana Nora se desplazó hasta el distrito financiero de Nueva York para recordar a los directivos de Goldman Sachs que deben proteger a los consumidores, moderar su sueldo, aumentar la transparencia y pensar en los pobres, un portavoz de la compañía definió la conversación como “muy aguda e instructiva”.
A pesar de las dificultades y del hecho de que la gran mayoría de accionistas siguen siendo reacios a votar a favor de sus propuestas, la hermana Nora advierte que piensa continuar intentando convencer a las grandes compañías de que cambien su modo de actuar. En declaraciones al NYT, advierte: “No estamos aquí para hundir a las empresas, sino para aumentar su sentido de la responsabilidad”. Y añade: “No podemos excluir a gente como Lloyd Blankfein de nuestras oraciones, pero nos gusta obligarles a conocer todo el espectro de realidades”