La idea tiene su origen en el Liber miracolorum (c. 1367), integrado en la Crónica de los XXIV Generales. Este libro (22, 1-8), incluye una visión en la que el Santo acogía entre sus brazos al Niño Jesús.
Este es el relato correspondiente a los biógrafos italianos. En mayo de 1231, después de haber predicado su última Cuaresma en Padua –moría el 13 de junio de dicho año- se traslada a Verona y de ahí al castillo de Camposampiero del conde Tisso, donde moraba una comunidad de religiosos franciscanos. En el bosque que circundaba el castillo, al lado de un gigantesco nogal, el Santo se hizo construir una pequeña cabaña, donde moraba la mayor parte del día y la noche dedicado a la meditación y a la oración. Aquí fue donde tuvo lugar la visión del niño Jesús. El conde Tisso, que visitaba y espiaba con frecuencia a su célebre huésped, presenció cómo el Santo tenía delante, entre sus brazos, al niño Jesús. Este fue quien le advirtió que el Conde lo había presenciado. El santo prohibió al Conde que lo divulgara hasta que él hubiera muerto.
Conocido este relato, a finales del siglo XV comenzó a representarse a San Antonio con el niño Jesús en los brazos, tal y como aparece en la mayoría de las esculturas que se pueden contemplar en las Iglesias y museos. En Sevilla, se hizo especialmente popular en la pintura de Murillo.
Algunas de las interpretaciones que el popular pintor realizo del afamado Santo, se detallan a continuación:
1. Lienzo de Murillo para la Capilla de la Catedral de Sevilla. Es uno de los lienzos de mayor formato de Murillo. Realizado en 1656, con un espectacular rompimiento de gloria y una atrevida composición.
2. Interpretación de San Antonio de Padua para el Convento de los Capuchinos de Sevilla. Se encuentra en el Museo de Bellas Artes. Muestra un habitual rompimiento de gloria en la zona superior del cuadro que permite la iluminación de una composición que se debía basar en estampas.
3. Composición con el Santo arrodillado y la figura del Niño Jesús de pie sobre el habitual símbolo iconográfico del libro. En junio de 2015 la casa de subastas Isbilia ponía en el mercado esta excelente composición. Una obra que animó el mercado del arte en verano de ese año, al ser adjudicada por 900.000 euros a su comprador. Una composición muy similar a la que atesora el museo de L´Ermitage.