El responsorio es una oración que cuenta con el visto bueno de la iglesia y que suele encontrarse impresa en la mayoría de los devocionarios. Es costumbre el recitarla al final de cada oficio de la novena, que en el mes de junio se dedica a San Antonio de Padua.
El responsorio “Si buscas milagros, mira” es la traducción castellana del responsorio “si quaeris miracula” de la octava lectura de Maitines del oficio litúrgico rítmico (rimado) compuesto en latín, entre 1.235-1.240, por el franciscano Fray Julián de Spira, maestro de coro del convento de París (Es completamente infundada la atribución de este oficio rimado a San Buenaventura).
Fray Julián Spira, que ya había compuesto el oficio rimado en honor de San Francisco de Asís, recibió el encargo de los superiores de componer este otro para honrar litúrgicamente al segundo santo de la Orden Franciscana, San Antonio de Padua, canonizado en 1.232, cosa que ejecutó “con noble estilo y bella melodía”.
De este oficio litúrgico en uso en la Orden Franciscana durante más de seis siglos, fue separado el citado Responsorio y convertido en oración popularísima a San Antonio de Padua. Se le llama “responsorio milagroso”, porque enumera diez grupos de milagros atribuidos a San Antonio de Padua, y porque es una invitación persuasiva y eficaz a todos los fieles para que recurran al patrocinio de este Santo taumaturgo en sus varias necesidades espirituales y materiales.