Las principales Iglesias cristianas en Jerusalén cerraron desde el domingo el Santo Sepulcro, el lugar más sagrado del cristianismo, en una medida sin precedentes en protesta por las medidas de Israel que consideraron un «ataque contra la presencia cristiana en Tierra Santa».
El Ayuntamiento de Jerusalén deseaba hacer pagar a las iglesias cristianas impuestos sobre sus propiedades que no fueran lugares de culto y que generaran ingresos.
Este miércoles reabrirá sus puertas el Santo Sepulcro tras dar el Ayuntamiento de Jerusalén y el Gobierno de Israel un paso atrás para intentar solucionar los problemas que les enfrentan con las iglesias cristianas de la ciudad santa.