BILBAO. Por curiosidad o quizá buscando un milagro, tal y como se hacía durante el período de las persecuciones contra los cristianos con los primeros mártires, a quienes se les rendía culto en las catacumbas donde se encontraban sepultados porque ahí los fieles se sentían más protegidos para venerar alguna de sus pertenencias. Numerosos bilbaínos devotos de San Antonio de Padua tuvieron ayer ocasión de acudir a la iglesia de San Nicolás del Casco Viejo bilbaíno para contemplar un pedacito de piel y tocar o abrazar una costilla momificada del conocido popularmente como el «santo de las causas perdidas» tras una ceremonia oficiada por el obispo de Bilbao, Mario Iceta.
Las reliquias llegaron a mediodía a Bilbao en el interior de una maleta demano procedentes de la Basílica de San Antonio de la localidad italiana de Padua, conocida por su complejidad arquitectónica y sus ocho cúpulas. Además de la tumba de este franciscano, allí se conservan otros restos «insignes». Las que recibió ayer la capital vizcaína se guardan en el interior de un relicario de oro de unos sesenta centímetros. Se trata de una bella escultura que tiene la forma del tronco superior de un hombre de aspecto juvenil y rostro candoroso vestido con hábito franciscano, tal y como suele representarse a San Antonio. La última vez que se exhibieron fue a mediados de marzo en Nápoles.
Entonces «acudieron a verla cientos de miles de devotos», recordaron ayer los frailes Julio V. M. García y Giuseppe Franco, encargados de la custodia y peregrinaje de estos restos. La Iglesia suele recordar que los restos de los santos no tienen ningún poder en sí mismos, pero que siempre han sido medios por los que «Dios manifiesta su poder». García y Franco están convencidos de que «en esta peregrinación el Señor hará maravillas por medio de su siervo fiel, Antonio», por «varios motivos». En primer lugar, porque «San Antonio siempre trae un milagro consigo». Además, porque «para el Santo venir a España es como volver a casa», pues nació en la Península Ibérica (era portugués). Y por último, porque «fue y sigue siendo el defensor de los pobres».
Además de patrón de los viajeros, los albañiles, los panaderos, los papeleros, las mujeres estériles... Hasta se
Hoy. De 10.30 a 13.30 horas, la reliquia permanecerá en la iglesia de San Nicolás. A las cuatro y media se trasladará a la Residencia del Sagrado Corazón de Monte Abril y, a las siete de la tarde, al convento de las Capuchinas de Basurto.
Mañana. De 8.30 a 11.00 horas, en las Capuchinas de Basurto (misa a las 8.30 horas). De 11.30 a 13.30 horas, en la sede de las Hermanitas de los Pobres en Santutxu (misa a las 12.30 horas). De cuatro y media a seis y media, con las Clarisas de Artebacarra (Derio) y, a partir de las siete de la tarde, en la parroquia San Antonio de Padua de Irala (misa a las 19.30 horas).
7 de abril. A las nueve de la mañana, el busto-relicario parte hacia Lerma (Burgos). A las 11.30 horas, misa en el Monasterio de las MM. Carmelitas le invoca para pedir un buen marido o una buena esposa. Hoy por la mañana el busto-relicario permanecerá en San Nicolás, y esta tarde y mañana peregrinará por varias comunidades religiosas de la villa y del territorio hasta el jueves, cuando pondrá rumbo a Burgos y a Madrid, donde podrá venerarse hasta el 14 de abril.
«Desbordados»
La costilla y la piel se extrajeron durante la segunda exhumación de los restos del santo franciscano efectuada en 1981 con motivo de los 750 años de la muerte de San Antonio. Son dos de las alrededor de cien reliquias que se conservan de una personalidad que vivió entre 1195 y 1231, y que en sus 36 años de vida tuvo tiempo de hacer un montón de milagros (se le atribuyen 53). Milagros en general, incluso alguna resucitación, pero en especial aquellos relacionados con la fertilidad y los objetos perdidos. Aún en la actualidad es reconocido como «el más grande taumaturgo de todos los tiempos», aunque últimamente le disputa el cargo San Pío de Pietrelcina, el llamado «fraile estigmatizado».
Asimismo, es la primera vez que unos restos de semejante calado –de primer grado, la categoría mayor, según la correspondiente bula episcopal– llegan a la Península. Ha sido posible gracias a la asociación Consejo Particular de Bilbao de la Sociedad de San Vicente de Paúl en España, editora de ‘El Pan de los pobres’, una revista con 60.000 ejemplares de tirada mensual que se edita desde hace 120 años en Bilbao para difundir la devoción a San Antonio por todos los rincones de España y parte del extranjero y que está empeñada en captar el interés del público joven. Los responsables de la publicación se mostraban ayer «desbordados» por el interés que ha suscitado la llegada de los restos de San Antonio de Padua. «No damos abasto, nos lo han suplicado y esta noche (por ayer) la reliquia duerme en las Mercedarias del Monasterio de San José, en Lujua», apuntaba Begoña González, jefa de organización de la revista.
