El papa Benedicto XVI dedicó toda una serie de audiencias, cuarenta y tres, a tratar de la oración. Extractamos aquí la primera de ellas, en la que aborda de modo específico, la oración cristiana, es decir, la oración que Jesús nos enseñó y que la Iglesia sigue enseñándonos.

Aunque el sacrificio de la Misa tenga en sí un valor infinito, los efectos que produce en nosotros son siempre finitos a causa de los límites mismos de la criatura y de los límites mismos de nuestra disposición interior.

Jesucristo es el Sacerdote principal del sacrificio de la Misa. La oblación interior, que fue el alma del sacrificio de la Cruz, perdura siempre en el Corazón de Cristo. Él mismo ofrece todas las Misas que se celebran cada día. ¿Cuál es el valor de cada una de esas Misas?

La Madre de Dios, en una aparición a Santo Domingo le enseño a rezar el rosario, en el año 1208. Le dijo que propagara esta devoción y la utilizara como arma poderosa en contra de los enemigos de la Fe.

Los Cruzados derramaron su sangre para librar de las manos de los infieles el santo sepulcro e instituir un reino cristiano en la Tierra Santa. Hoy, continúa derramándose la sangre de hijos de la Iglesia, que trabajan por la implantación del Reino de Cristo en el mundo. Pero ¿qué es el Reino de Cristo, ideal supremo de los católicos?

Escapulario del Carmen además de la promesa de salvación para quienes mueran con él, lleva consigo el llamado privilegio sabatino, que consiste en la liberación del purgatorio el primer sábado después de la muerte

La fiesta surgió en la Edad Media como consecuencia del florecimiento del pensamiento eucarístico del siglo XIII. La promotora fue la religiosa agustina, Juliana de Cornillon (Santa Juliana de Lieja), en el año 1208