Podemos afirmar que la vida de los santos no pierde actualidad, pese al paso del tiempo. Las circunstancias de su vida:

V  Primeros años del cristianismo; los apóstoles fueron martirizados.

V  Persecuciones religiosas desde el primer año de existencia de la Iglesia.

V  Dificultades de predicación del Evangelio, con numerosos mártires a lo largo de los siglos.

V  En nuestros días vemos la persecución que sufren los católicos en, prácticamente todos los países del mundo, más o menos violentamente.

Por ello en la vida de cualquier santo o santa encontraremos modelos de vida y virtudes para imitar.

Tratamos de acercarnos, día a día, en el conocimiento de la vida de San Antonio. Cuanto más leemos sobre sus actividades de oración y apostolado, más nos damos cuenta que Dios quiso actuar de una manera extraordinaria, lo mismo que en el caso de otros santos, utilizando las cualidades humanas de que le había dotado.

El conocimiento de la vida de San Antonio nos permite comprender mejor la universal y gran devoción que despierta en todo el mundo desde hace 800 años. Una prueba de ello son la cantidad de imágenes suyas que encontramos en las iglesias, vayamos a donde vayamos, y la multitud de devotos que le rezan y se encomiendan a él, en sus necesidades espirituales y materiales.

Una característica en la vida de San Antonio, desde niño, fue su vida de recogimiento y oración. Sin duda, por una gracia especial de Dios, que toda persona puede recibir, Fernando de Bulhoes, como se llamaba nuestro santo en el mundo, cuando era niño, siempre tuvo una especial dedicación a la oración, lo que será siempre una característica en su vida.

En este este año 2013 se está conmemorando el 750 aniversario de la localización, en estado incorrupto, de la lengua de San Antonio, que se puede venerar en la Capilla de las reliquias de la Basílica de Padua.

La obediencia y la humildad son virtudes que marcan la vida de San Antonio y que se hacen presentes a lo largo de toda ella, que no podemos dejar de recordar que fue breve (36 años), pero intensa, aunque su vida pública sólo durara poco más de nueve (9) años.

El Padre Thomas de Saint-Laurent dedica un capítulo de su Vida de San Antonio de Padua[i] a la Vida interior del santo y dice que en ella hay que “buscar el secreto de sus éxitos apostólicos”. Añade el autor: