Acabo de descubrir un libro simplemente fascinante. Se titula “La generación ansiosa”, del psicólogo Jonathan Haidt, profesor de la Universidad de Nueva York formado en las Universidades de Yale, Chicago y Pennsylvania. Me resulta interesantísimo el análisis que hace de las últimas generaciones y la interpretación que lleva a cabo a partir de los datos arrojados por numerosos estudios realizados en los últimos lustros a jóvenes de Estados Unidos y del mundo entero.
En sus casi 400 páginas, el libro de Haidt aborda el alarmante aumento de trastornos de
salud mental entre los jóvenes, principalmente a partir de 2010, centrándose en cómo los cambios recientes en la crianza y el entorno digital han contribuido a esta epidemia. Pues bien, voy a pasar a resumir su diagnóstico en 6 puntos principales:
1. El aumento de la ansiedad y la depresión: Haidt presenta datos y estudios que muestran un incremento significativo en los trastornos de ansiedad y depresión entre adolescentes y jóvenes adultos en las últimas dos décadas.
2. El rol de la tecnología y las redes sociales: la introducción y la omnipresencia de los teléfonos inteligentes y las redes sociales desde una edad temprana son identificadas como factores clave en la “reconfiguración” de la infancia. Haidt argumenta que la comparación social constante y el ciberacoso contribuyen significativamente
a la ansiedad y la depresión.
3. Cambios en la crianza y la protección excesiva: el autor examina cómo la crianza sobreprotectora y el “padre helicóptero” limitan la autonomía y la capacidad de los niños para desarrollar habilidades de afrontamiento. Esta falta de exposición a riesgos y desafíos normales de la infancia puede llevar a una mayor vulnerabilidad emocional.
4. Reducción del juego al aire libre y la actividad física: Haidt destaca la importancia
del juego libre y la actividad física en el desarrollo emocional y mental de los niños. La disminución de estas actividades se asocia con el aumento de problemas de salud mental.
5. Presión académica y éxito: el libro critica la creciente presión académica y la obsesión con el éxito temprano, que pueden generar altos niveles de estrés y ansiedad en los jóvenes.
6. La cultura del miedo: los medios de comunicación y la sociedad en general han fomentado una cultura del miedo, aumentando la percepción de peligros y riesgos, lo que contribuye a la ansiedad generalizada.
Recomiendo encarecidamente este libro, por muchos motivos. Y aunque en el siguiente artículo aludiré a algunas estrategias que el autor propone para mitigar esta crisis de salud mental, desde ya creo conveniente reflexionar acerca del grado en que ésta afecta a la dimensión espiritual del ser humano. A fin de cuentas, para rezar, para pensar en el prójimo, para salir de uno mismo, es crucial paliar la ansiedad y el estrés. En una palabra, salir de la órbita del ombligo.