Nació en un hogar distinguido de linaje en Madrid el 17 de Enero de 1565. Se llamaba Mariana Navarra de Guevara y Romero.
En 1616 a la edad de 23 años rehusó una propuesta de matrimonio y se consagró a Dios, haciendo una vida de retiro y de oración, y profesando en el convento de las religiosas descalzas de Nuestra Señora de la Merced adoptando el nombre de Mariana de Jesús.
Se distinguió por su devoción a la Eucaristía, y su obediencia, humildad y espíritu de sacrificio. Sus superiores ordenaron que ella escribiese sobre su vida espiritual.
La consultaban y veneraban eclesiásticos y hombres de la corte madrileña.
Murió siendo aún joven el 17 de Abril de 1624. Años más tarde su cuerpo fue exhumado para ser trasladado para la Casa Matriz de la Orden y fue encontrado en perfecto estado e incorrupto y fue nuevamente enterrado en Madrid.
El pueblo madrileño la venera con el título de "La azucena de Madrid".