Deberíamos quitar mucho estigma alrededor de enfermedades como la depresión y no mostrarlas con vergüenza, porque al final, son una enfermedad, simplemente. Cuando tienes un problema físico acudes al médico, lo compartes con amigos, y eso te ayuda. Pero cuando el asunto es mental tiendes a culparte, a darle vueltas pensando lo que habrás hecho mal y te cuesta pedir ayuda, acudir al especialista. Un gran error.
Expectativas irreales
Nos hemos acostumbrado a vivir con urgencia, todo tiene que ser instantáneo, y a tener que mostrarnos siempre súper felices. Pero la vida no es así. Es normal tener momentos buenos y otros no tan buenos. Y no pasa nada. Pero, claro, miras a tu alrededor, en las redes sociales, con esas mujeres referentes –comenta Cristina Mitre– que llegan a todo, y te planteas: “¿Qué es lo que estoy haciendo mal? ¿El problema lo tengo yo? ¿Será que yo no me sé organizar?”. Crean unas expectativas que son irreales.
Nos hemos acostumbrado a vivir con urgencia y a tener que mostrarnos siempre súper felices. Y la vida no es así. Es normal mal tener momentos buenos y otros no tan buenos. Y no pasa nada.
“Y encima –dice Cristina Mitre– miras en las redes sociales, con esas mujeres referentes que llegan a todo (o esa imagen dan), y te planteas: “¿Qué es lo que estoy haciendo mal? ¿El problema lo tengo yo? ¿Será que yo no me sé organizar?”. Al final, crean unas expectativas que son irreales.
Desconectar para volver a conectar
El trabajo duro es intentar desconectarse de todo eso. Desconectar no es solamente apagar el móvil, es desconectar también un poco de esos pensamientos, que además son muy intrusivos.
Cristina Mitre da una receta muy oportuna para lograrlo: intentar conectar con los pequeños detalles del día a día. “Ir sin prisa –dice– para lograr conectar contigo mismo”. Hacer las cosas con mimo y aprender a renunciar a muchas, porque el día tiene 24 horas, no 48 ni 72. Aprender a bajar el ritmo y, también, a descansar y no hacer nada.
En este sentido, una práctica que yo creo ayudaría extraordinariamente, Mitre no lo menciona, es un rato de lectura reposada, una lectura que nos haga levantar la vista al cielo, un tiempo para la oración, o una sencilla visita al Santísimo: pasar unos minutos en su presencia, serenos, sin más.
Vale la pena escuchar esta charla de Cristina Mitre, llena de consejos y experiencias que te ayudarán a identificar los primeros síntomas de la ansiedad, proporcionándote herramientas para enfrentarla de manera efectiva.
YouTube: “Cristina Mitre y el síndrome
de burnout: desconectar para
conectar” | #MejorConectados