Anastasio Olabarría nos va mostrando y adelantando en este precioso libro, todo lo relativo al clero bilbaíno, introductor de un sinfín de novedades en el orden pastoral y litúrgico, promotor de los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola, alma profundamente mística con los pies firmemente asentados en la tierra que le tocó evangelizar, gran introductor en la Villa de Bilbao de congregaciones religiosas tan prestigiosas como las Hijas de la Cruz o las de la Caridad del refugio (llamadas a Bilbao por las Damas protectoras de las jóvenes huérfanas), y sobre todo, cofundador de las beneméritas Siervas de Jesús, prodigiosamente esparcidas por la Península Ibérica y allende los mares.
Mariano José de Ibargüengoitia, un sacerdote innegablemente santo, cuya figura pretende acercar y rescatar del olvido del tiempo desde las páginas de este libro.