Para premiar su gran trabajo pastoral, el Cardenal Hlond le designó canónigo honorario de la Catedral (1937).
Tras ser declarada la guerra mundial, fue arrestado y trasladado a la cárcel de Poznan en Septiembre de 1939, pasando posteriormente al campo de concentración de Dachau y luego al de Gusen, volviendo a Dachau en 1940, donde consumieron y destruyeron su salud para morir agotado por los trabajos y penalidades el 5 de Diciembre de 1942.
Fue beatificado el 13 de Junio de 1999 por el Papa Juan Pablo II.