El 24 de Septiembre de 1917 el Ayuntamiento le nombró cronista de la ciudad y Archivero Municipal honorario. Presidió la Juventud Católica y favoreció la escuela del Círculo Católico de Obreros siendo galardonado con varios premios literarios, arqueológicos e históricos.
En Diciembre de 1936 le detuvieron exigiéndole que declarase dónde estaba el tesoro de Santa Clara o de San Agustín, amenazándole de muerte si no lo decía. Le instaron a que suscribiera una declaración jurada renegando del sacerdocio, cosa que rehusó con valor y entereza. Su martirio fue la coronación de una vida santa, que vivió con total fidelidad al Evangelio, destacando por su amor a la Virgen. Fue martirizado el 10 de Diciembre de 1936, a los 53 años. Sus restos fueron enterrados en el cementerio de Játiva. Posteriormente fueron trasladados a una capilla de la Colegiata de Játiva, donde se veneran. Fue Beatificado en Roma el 11 de Marzo de 2001.