El 30 de Enero de 1915, en el centro de Guadalajara hubo un enfrentamiento entre villistas y carrancistas, quedando por las calles gran cantidad de heridos y muertos. El padre Galván buscó un compañero que le ayudara (el padre Araiza) y tras ir a auxiliarles, un grupo de militares les prendieron y les llevaron ante el teniente coronel Enrique Vera, quien guardaba rencor al padre Galván y ordenó que les fusilaran. En el Hospital Civil fusilaron sólo al padre Galván, tras conseguir su libertad, sus últimas palabras las dirigió a los soldados encargados de fusilarle: “Hoy nos vamos a comer con Dios”. Sus restos se veneran en la parroquia de Nuestra Señora del Rosario de Guadalajara y fue beatificado y canonizado por Juan Pablo II. ■
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San David Galván Bermúdez
Nació en Guadalajara (México), el 29 de Enero de 1881. De pequeño formó parte del Coro de Infantes de la Catedral de Guadalajara. Con 14 años ingresó en el seminario de Guadalajara. Tras salir del seminario, trabajó casi tres años en una zapatería, pero al sentirse llamado por Dios, volvió al seminario con un gran cambio en su carácter. Recibió las órdenes sagradas en 1909. Fue maestro del Seminario Diocesano antes de ser ordenado. Durante la revolución carrancista fue arrestado por ser sacerdote y conducido preso a Ameca y después a Guadalajara; donde consiguió la libertad.
Santos del mes — 30/01/2015