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San David Galván Bermúdez

El 30 de Enero de 1915, en el centro de Guadalajara hubo un enfrentamiento entre villistas y carrancistas, quedando por las calles gran cantidad de heridos y muertos. El padre Galván buscó un compañero que le ayudara (el padre Araiza) y tras ir a auxiliarles, un grupo de militares les prendieron y les llevaron ante el teniente coronel Enrique Vera, quien guardaba rencor al padre Galván y ordenó que les fusilaran. En el Hospital Civil fusilaron sólo al padre Galván, tras conseguir su libertad, sus últimas palabras las dirigió a los soldados encargados de fusilarle: “Hoy nos vamos a comer con Dios”. Sus restos se veneran en la parroquia de Nuestra Señora del Rosario de Guadalajara y fue beatificado y canonizado por Juan Pablo II. ■