Un día junto al rosal de su casa gritó: "Miren qué hermosa es la señora que está sobre las rosas". Los familiares no vieron nada especial; sin embargo el niño seguía diciendo: "Miren cómo es de hermosa. Tiene un vestido blanco y un manto azul y me llama". Todos quedaron maravillados al ver que el niño se levantó y comenzó a caminar.
El Presidente del Ecuador, católico ejemplar y mártir, Gabriel García Moreno, hizo llegar a su país a los Hermanos Cristianos, formidables educadores. Estos religiosos fundaron un colegio en Cuenca, donde fue matriculado Miguel Febres, quedando encantado de las cualidades pedagógicas que tuvieron los Hermanos de la Salle. Miguel deseaba ser un Hermano Cristiano pero sus familiares se le oponían, ellos eran de clase rica y al enviarle a otro instituto enfermó teniendo que regresar a su casa. Al final la familia le permitió hacerse religioso Lasallista tomando el nombre de Hermano Miguel se trasladó a Quito y hasta su muerte no conoció descanso, ni tiempos perdidos. Fue muy útil a los demás dando clases, enseñando catecismo, atendiendo a enfermos, estudiando idiomas, consiguió hablar cinco idiomas: alemán, inglés, italiano, francés y latín) y escribió libros.
Para muchos fue más provechoso leer un buen libro que escuchar un sermón. Nuestro santo se dedicó a propagar libros formativos, llegando a publicar más de cien libros en Ecuador. Fue admitido en la Academia Ecuatoriana de la Lengua, en la Academia de Venezuela y en la de Francia. El título que él llegó a apreciar más inmensamente es el "Preparador de niños a la Primera Comunión". Con 26 años seguidos fue preparando a los niños para recibir la primera vez a Jesús en la Eucaristía.
En 1907 los Superiores de su Congregación le invitaron a ir a Europa para dirigir la publicación de los libros que se repartirían por muchos países. Fue a Bélgica y con unos inviernos tan rígidos afectó a su salud.
Se trasladó a España y el 9 de Febrero de 1910, atacado por una pulmonía, murió santamente. Tras su muerte empezaron a obtenerse milagros maravillosos por la intercesión del hermano Miguel y el 21 de Octubre de 1984 el Papa Juan Pablo II le declaró santo.