pudiendo almacenar datos en la memoria, perfeccionando la inteligencia con el ejercicio intelectual así como los miembros que mueve a voluntad mejorándolos por el esfuerzo físico, siendo capaces de contemplar la bellezas y sabiduría de la creación en el mundo natural, y por la investigación de sus leyes, mejorar la vida por la ciencia.
Pero debido a las infinitas operaciones, que realizamos como personas, el cuerpo requiere un cuidado especial, pues de su mal uso puede dar lugar a un desequilibrio y por lo tanto enfermar, afectando a todo el organismo, reduciendo el rendimiento de sus actividades, que en un gran porcentaje se podrían evitar:
En lo físico, por la mala alimentación, esfuerzo excesivo, al no cuidar la higiene, teniendo orden y disciplina, evitando los excesos.
En lo espiritual, por las muchas preocupaciones, cambio de ocupación, disgustos, teniendo paz interior, y al no poder resolverlo por uno mismo dejarlo en las manos de Dios por la oración.
Por ser lo material del cuerpo y espiritual del alma una unidad indivisible los actos que realizamos libremente con voluntad e inteligencia propia, tienen un sentido eterno, pues el organismo no lo podemos cambiar pero si el alma, cumpliendo las normas dadas por Dios en los Mandamientos, por Jesucristo, también como Dios, con su revelación y la Iglesia como intérprete de lo Divino, siendo un deber de la persona aprovechar la Ciencia como la Medicina, o la Higiene, para alargar la vida.
Mientras vivimos tenemos oportunidad de perfeccionarnos, para que todos nuestros actos, hechos con libertad, estén encauzados a la Caridad que es “amor a Dios y al Prójimo por Dios” teniendo la oportunidad de ser agradecidos con ese Creador que tantos bienes nos ha proporcionado.