8 DE MAYO - Nació en Erice, Trápani (Italia) en 1443. Muy joven, ingresó en la Orden del Carmen. Predicó la palabra de Dios recorriendo los pueblos de Sicilia y dejando grandes estellos de santidad. Los milagros le acompañaban por todas partes y muchos pecadores abandonaban sus caminos de perversión e incluso llegaron a abrazar la vida religiosa.
Los superiores le nombraron prior del convento de Randazzo, llamados “reformados”, donde se vivía con rigurosidad en la observancia regular: mortificación, silencio y oración.
Los Procesos de canonización (1533 y 1573) documentan la santa vida de nuestro Beato como ferviente religioso.
Antonio Cataluccio, un hombre perverso, le arrojó una saeta a la cabeza y le dejó gravemente herido.
Le indicaron al Beato que denunciara al agresor, pero nunca quiso decirlo perdonándoselo de todo corazón y haciendo por él una especial oración. El Señor le reveló su fin recibiendo los últimos sacramentos sin perder la paz y su total conformidad con la voluntad de Dios, exhaló su último suspiro el 8 de Mayo de 1490.
El papa Gregorio XVI, aprobó su culto en 1842.