22 DE AGOSTO – La fiesta de la santísima Virgen fue establecida por el Papa Pío XII el primero de Noviembre de 1954, aniversario de la proclamación del dogma de la Asunción y nos pone de manifiesto uno de los títulos más gloriosos de la Madre de Dios.
María es Madre de Jesucristo, rey de los ángeles y de los hombres, aventajando en la perfección y en la dignidad a todos los seres creados. Como reina, ejerce sus funciones desde el cielo, no cesa de interceder por nosotros y alcanzarnos las gracias que necesitamos para servir con lealtad a su Hijo. Cuando la reina madre fue llevada al cielo por el que era su Dios y su Hijo, el rey de reyes, en medio de la alegría de los ángeles y de la aclamación de todos los bienaventurados, se cumplió lo dicho por el Salmista: "De pie a tu derecha está la reina, enjoyada con oro de Ofir" (Sal 45,11).
Tras la modificación del calendario eclesiástico, esta fiesta fue trasladada del 31 de Mayo al día 22 de Agosto.