Nació en Grecia (pero no se sabe la fecha con certeza), y murió en Roma, alrededor del año 140. Filósofo de origen ateniense, sucesor del mártir San Telésforo en la cátedra de San Pedro, durante su pontificado desplegó gran celo en la defensa de la fe entregada a los hombres por Cristo mediante los apóstoles, contra las herejías que surgieron en Roma, principalmente contra doctrinas gnósticas propagadas por Marción, Valentín y Cerdón.
Durante su pontificado organizó las órdenes menores en el clero y definió los grados de la jerarquía eclesiástica que habían quedado desorganizadas y confundidas debido a las persecuciones sufridas bajo los emperadores paganos Trajano, Adriano y Antonino Pío.
La tradición afirma que instauró la figura de los padrinos en el bautismo, con el objeto de que los bautizados fuesen guiados espiritualmente. Higinio estableció asimismo que todos los templos debían consagrarse y que para su construcción contasen con la autorización del obispo correspondiente.
Aunque no existen fuentes históricas que prueben su martirio, está considerado mártir por la Iglesia, pues tuvo que sufrir mucho durante los cuatro años que ocupó el trono pontificio. Por eso fue puesto entre los mártires, celebrándose su festividad el 11 de enero.
Su sepultura se encuentra en las catacumbas vaticanas y es vecina de la tumba de San Pedro, el primer Papa que a su vez, se encuentra bajo el altar mayor de la Basílica de San Pedro, donde su actual sucesor celebra la Santa Misa.