Usted está aquí

Peces rojos

Peces rojos

Un grupo de niños se arremolina alrededor de la pecera que uno de ellos acaba de comprar. Llenos de curiosidad miran el pez rojo que aletea en su interior. Su espontaneidad y alborozo, descubriendo los detalles de la vida, con los mofletes sonrosados, nos hacen sonreír.

El pintoresco “héroe” del momento -con su gorra, su capote y esa bufanda roja al cuello,  dándole una vistosa nota de color sobre el tosco blusón ajustado por un cinturón de cuero ancho- agita con los dedos el agua para llamar la atención del pez y lucirlo ante la concurrencia.

Bajo el toldo, el feriante cruza algunas palabras con una señorita que lleva de la mano a esa niña más pequeña, que nos mira con cierto recelo.

El evento tiene lugar en el mercado de Bellevilla, barrio donde reside el pintor. Jean Geoffroy se destaca por sus pinturas de género, en las que plasma divertidos avatares de escolares. Bajo su pincel, lo pintoresco se transforma en lección de vida.

Estamos en 1914, meses antes del estallido de la Gran Guerra.

Los juegos de la infancia nos transmiten frescura e inocencia. Hoy, un universo casi desaparecido. La vida era sufrida y austera, pero llena de un brillo y color que la hacía mucho más sabrosa.

Vida

Pintor e ilustrador. Henry Jules Geoffroy, nació en Marennes en 1853 y falleció en París en 1924. Su epitafio en el cementerio parisino de Patin precisa que era “el pintor de los niños y de las gentes humildes”. Humilde él también, y laborioso, Geoffroy se distinguió por saber captar escenas encantadoras de niños en las más diversas situaciones, tomando como modelo los propios niños del suburbio en donde vivía.