Fue Obispo de Hexham, y después de York, primero fue monje y luego Obispo que vivió a finales del siglo VII y principios del VIII.
Su caridad era constante con los más necesitados, llegó a sanar a un sordomudo tras descubrir pacientemente un modo de hacerlo vocalizar. Aunque murió en el monasterio que él mismo había fundado en el año 721, ha sido considerado como un precursor del sabio benedictino Ponce de León. Aunque las ocupaciones de un obispo siempre son muchas, y más las de uno como éste, Juan siempre conseguía arañar algunos momentos, tantos como podía, para su oración y meditación, y por eso pasaba sus días libres en un bosque. Sintiéndose ya cansado, se retira en el 717 al monasterio de Beverley, después de dejar a otro santo al frente de su obispado. San Juan de Bevérley, Obispo de York, murió cuatro años después en Inglaterra en 1721.
Puede ser considerado como un precursor del benedictino Pedro Ponce de León, que en el siglo XX recibirá el nombre de "El sacerdote de los tartamudos" por ser el autor del método de convergencia ortofónica, de renombre general, muerto con fama de santidad en Madrid en 1963.