11 DE SEPTIEMBRE - Las diversas calamidades que azotaron a las Gálias abarcó parte del siglo V, Dios favoreció a sus servidores enviándoles a este santo prelado que les sirvió de consuelo y apoyo. Sobre el año 450, fue elevado a la sede episcopal de Lyon. La incursión de los Godos en Borgoña provocó una época de hambre, durante la cual, San Patiens, alimentó a millares de personas, gracias a la providencia que siempre multiplicaba sus caudales maravillosamente a fin de que hubiera suficiente con lo que construir iglesias, repararlas y socorrer a los pobres, "en cualquier rincón de las Galias que estuvieran".
Este Santo fue y es un hombre virtuoso y muy justo, activo, ascético y misericordioso, muy admirado por su celo apostólico y su gran caridad hacia los pobres. Gracias a su solicitud pastoral y a sus sermones, numerosos herejes se convirtieron, sobre todo amos y señores de Lyon, que favorecieron la herejía de los arrianos y aún había algunos obispos en las diócesis que no estaban libres de aquellos errores.
La diócesis de Chalon-sur-Saòne quedó envuelta en la confusión y la discordia por la muerte de su Obispo, San Eufronio de Autun invitó a San Patiens para que le ayudase en la pacificación. Por orden de San Patiens, uno de los sacerdotes llamado Constancio escribió la "Vida de San Germano de Auxerre", la que el autor dedicó a su obispo. La fecha exacta de su deceso, al parecer, ocurrió alrededor del año 480.